Antes de que se pudiera tomar la fotografía, se retiró la tapa de la tina de plástico que contenía la carne cruda después de que se encontrara en el arcén de la carretera en Columbia, Maryland.
Cuando fue abandonado, el pit bull no había llegado a la edad de diez semanas todavía. Afortunadamente, Jill Eberhart y su hijo Thomas vieron el enorme contenedor al costado de la carretera y decidieron verificar qué había dentro. Cuando vieron al cachorro flaco acurrucado dentro, ni siquiera puedo imaginar cómo fue su sorpresa. Durante el tiempo que estuvieron esperando el control de animales, Jill y Thomas le ofrecieron un poco de agua al cachorro.
El oficial de control de animales y cuidador de animales Taylor Hawkins, quien también es responsable de su cuidado, le dio al cachorro el nombre de Eddy. Cada noche, Hawkins traía a Eddy a casa con él para que pudiera darle su receta (y el muy necesario tLC).
Mira cuánto más fuerte es Eddy hoy. Mejoró con cada día que pasaba.
Ya no se parece en nada a la grotesca criatura que se escondía en esa tina de plástico. ¡Oh, mira esas orejas caídas! ¡El hecho de que Eddy fuera amado es fácilmente la parte más emocionante de su historia! la investigación sobre lo que le sucedió a Eddy al costado del camino aún está en progreso.